¿Por qué hay una epidemia de obesidad? La respuesta no está en que comemos lo que no debemos o en que hacemos poco ejercicio. Sino que están consumiendo más calorías de las que gastan.
Hiciste planes de juntarte esta tarde con tus amigas a tomarte un cafe, así que lo acompañas con un bollo. Más tarde vas a ir al cine con tu pareja, y claro, es obligatorio comprar palomitas y los vasos gigantes de cocacola (que ahora también incluyen una chocolatina). Estás en el supermercado haciendo la compra de la semana y te encuentras que en el pasillo de la vinoteca, tu bodega favorita ofrece la degustación de un nuevo producto. Hay un modo de solucionarlo que no implica necesariamente matarse en un gimnasio o sufrir una dieta muy estricta. La psicología es la respuesta. Comemos por muchas, muchísimas razones, pero generalmente no por sentir hambre. Todos – todos y cada uno de nosotros – comemos la cantidad que comemos mayormente por lo que nos rodea. Comemos de más, no porque tenemos hambre, sino por la familia y los amigos, paquetes, nombres y números, etiquetas y luces, colores y velas, formas y olores, las distracciones y las distancias, armarios y contenedores. Esta lista es casi tan interminable como invisible. Somos esclavos del contexto. Comemos porque estamos con amigos, porque algo es gratis, porque está al alcance de la mano, porque se ve sabroso, etc. Respondemos a las “señales de la comida” en base a nuestros sentimientos. La manera en que comemos depende mucho del contexto, esto puede ser algo bueno, ya que si manipulamos nuestro ambiente podemos perder 4.5 kg o más sin siquiera notarlo. ¿Qué debemos hacer? Aquí hay 8 recomendaciones psicológicas que pueden ayudarnos a estar en forma de la manera más sencilla y casi sin darnos cuenta: 1) Cambia lo que está a la vista No hace falta tirar a la basura toda esa comida basura, siempre y cuando te asegures de que no esté frente a tus ojos, llamándote todo el día (aunque nuestra recomendación es que te deshagas de ella). Fuera de la vista es fuera de la mente. Si la bolsa de bollos está en tu escritorio, constantemente debes tomar la heroica decisión de resistirte al chocolate que se estuvo insinuando todo el día. La solución más sencilla es eliminar la bolsa, moverla de lugar o cambiar el dulce por algo que a ti personalmente no te guste. El estudio reveló que sólo con mirar qué comida está visible en una casa, se puede predecir el peso de una persona. ¿Hay frutas a la vista en tu casa? Probablemente peses 3,5 kg menos que tu vecino que no las tiene. ¿Tienes cereales de desayuno en la mesa? Probablemente peses 8,5 kg más. ¿Tienes cocacola a la vista? En promedio, es probable que llegues a pesar 11 kg más que alguien que no las tiene. 2) Cambia lo que está al alcance de la mano Haz que comer más sea una molestia. ¿Quieres empezar a bajar de peso fácilmente? Usa platos más pequeños y asegurate que para servirte nuevamente debas cruzar toda la habitación. No servir los platos en la mesa reduce lo que un hombre consume en un 29 %. Aprende a servirte en la cocina y no comas nada más que lo que te has servido en función de tu hambre. 3) Planifica con anticipación Comprar con hambre es un pecado capital. No nos hace comprar más, nos hace comprar peor, porque elegimos comida que es lo suficientemente conveniente como para comer en el momento y que calmará nuestras ansias, es decir, comida con una lato indice glucésico: comida basura. Compramos paquetes que podamos abrir y consumir con nuestra mano derecha mientras conducimos a casa con nuestra mano izquierda. 4) Presta atención a lo que estás comiendo Cualquier cosa que nos pueda distraer nos hace que comamos más porque no prestamos atención a la cantidad que estamos comiendo. En este caso la televisión es especialmente mala: olvidamos cuánto comemos y por cuánto tiempo lo hacemos: En un estudio de la conducta alimentaria, las personas cuanto más tiempo miraban la televisión, más comían. De hecho, si miraban la televisión durante una hora, comían 28 % más patatas que si miraban televisión por media hora. 5) Lee las etiquetas de los pructos que compras ¿Qué es más efectivo que ejercitarse cuando se intenta perder peso? La mera lectura de las etiquetas de los alimentos: Los usuarios de las etiquetas que no hacían ejercicios mostraron una probabilidad un poco mayor de pérdida de peso que aquellos que hacían ejercicio, pero no leían las etiquetas de los alimentos. Y ¿qué personalidad predice más obesidad? Ser impulsivo: los investigadores encontraron que la impulsividad fue el predictor más fuerte de quién tendría sobrepeso. Nuestro ambiente nos llama, y si no estás pensando antes de actuar, es mejor que tus alrededores estén arreglados apropiadamente. 6) Ve más despacio Los investigadores muestran que comer más despacio da tiempo a que la “señal de estar llenos” se manifieste: un estudio encontró que las mujeres a las que se les dijo que comieran rápido, consumieron 646 calorías en nueve minutos, pero las mismas mujeres consumieron sólo 579 calorías en 29 minutos cuando se les pidió que hagan pausas entre los bocados y que masticaran cada bocado entre 15 y 20 veces antes de tragar. Muchos estudios muestran que le lleva alrededor de 20 minutos a nuestro cuerpo y cerebro la señal de saciedad, y entonces nos damos cuenta de que estamos llenos. Este es el problema. Nosotros comenzamos, terminamos y limpiamos la mesa en muchas de nuestras comidas en menos de 20 minutos. La misma cantidad de comida puede hacerte sentir lleno o aun con hambre dependiendo completamente de cuánto de rápido comes, asi que ve más despacio. 7) La variedad no es “la sal” de la pérdida de peso Ésta es una de las razones por las que comemos de más en los buffets: queremos probar todo. Dale a las personas 3 opciones y comerán 23 % más que si sólo tuvieran una. Se recomienda no tener nunca más de dos cosas en el plato en ningún momento. Puedes buscar más, pero la falta de variedad y tener que levantarte para servirte harán que comas menos. 8) Se conciente de las personas con las que comes La cantidad que comemos está fuertemente afectada por la cantidad que comen aquellos que están cerca nuestro, pero raramente nos damos cuenta de eso. En promedio, si comes con una persona más, consumirás cerca de 35% más de lo que de otra manera consumirías. Si comes con un grupo de 7 o más, comerás casi el doble – 96% – de lo que consumirías su comieras solo. ¿Con quienes necesitas ser más cuidadoso al comer? Con las personas delgadas que comen mucho, porque hace que tu cerebro piense que puedes comer como ellos sin ninguna desventaja, pero por lo que sabes ésa podría ser su única comida del día.
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Autores:Beatriz de la Fuente Archivos
Enero 2018
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